Las palabras pronunciadas por Su Majestad el Rey el pasado 19 de abril con motivo del 450º aniversario de la Real Maestranza de Ronda no dejan margen a la duda acerca de la intención de la Corona de impulsar una decidida renovación de las corporaciones nobiliarias sobre las que históricamente ha ejercido tutela.
En dicho acto, Don Felipe apeló expresamente “al espíritu de renovación que pido y defiendo, un espíritu en consonancia con nuestros principios constitucionales, con la búsqueda de la excelencia, el mérito como referente, con la incorporación de la mujer y con las nuevas formas de servir a nuestra sociedad que demandan los tiempos actuales” así como a “identificar e imprimir ese mérito, esa excelencia y la voluntad de servicio a España y a la Corona, en quienes aspiran a convertirse en Damas y Caballeros Maestrantes, no atendiendo sólo a su ascendencia… el servicio a la sociedad y vuestra propia responsabilidad os lo exigen”.
Aunque el mensaje interpela directamente a las cinco Reales Maestranzas de Caballería convocadas al encuentro, debieran sentirse también concernidas por la voluntad regia las demás corporaciones caballerescas históricas, –las órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa y el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid–, así como aquellas otras entidades nobiliarias que, a lo largo de su existencia, han recibido algún tipo de reconocimiento o legitimación por parte de la Corona.
Tan concluyente posicionamiento de Su Majestad el Rey coincide en el tiempo con la decisión adoptada por la Sección de Derecho Premial de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España de propiciar los trabajos pertinentes que puedan concluir en una propuesta de ampliación de los actos positivos tradicionales que han permitido, tras la llamada “confusión de estados”, seguir acreditando la nobleza de aquellas personas interesadas en acceder a las órdenes militares, Reales Maestranzas y demás corporaciones nobiliarias históricas.
La Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, entre cuyos fines estatutarios figura el estudio de las fuentes demográficas históricas y sus bases sociales mediante las técnicas genealógicas y prosopográficas, va a prestar atención al desarrollo de esta importante “Declaración de Ronda” y, en su momento, aportará al debate las valoraciones científicas que estime oportunas.
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