Recientemente se ha publicado en los medios de comunicación la noticia del estudio antropológico realizado por la Universidad de Granada sobre los restos del Infante Don Pedro, hijo del Rey Don Enrique II de Castilla, recientemente hallados en la Catedral de Segovia. Hasta el momento ha existido la creencia de que el Infante habría muerto accidentalmente a la edad de 10 años al caer por una ventana del Alcázar de Segovia.
El análisis forense de tres huestos hallados el pasado mes de noviembre en un cofre dentro de su sepultura, realizado por un equipo del área de Antorpología de la UGR dirigido por el Catedrático José Antonio Lorente, con la colaboración del Hospital San Cecilio de Granada, ha desvelado que dichos restos corresponden a un niño de entre seis meses y un año de edad, aquejado de una enfermedad metabólica que afectara al crecimiento, posiblemente raquitismo.